Cómo ser un líder flexible

Ser un líder flexible es ser capaz de cambiar y adaptarse a nuevas situaciones y entornos. Y los líderes son más valiosos cuando son capaces de adaptarse a las diferentes situaciones y características del entorno. La flexibilidad en el liderazgo le permite al líder adaptar su comportamiento para desarrollar las respuestas más apropiadas a situaciones diferentes. La flexibilidad es una elección consciente, una habilidad poderosa y un enfoque práctico para el mundo en constante cambio y evolución en el que vivimos.


1.            Acepta lo que no puedes cambiar.
Estar al frente de una empresa no es garantía de que vas a poder controlar todo lo que sucede dentro y fuera de ella. Por lo tanto, el primer paso para ser más flexible mentalmente es aceptar las cosas que están fuera de tu control. Cuando vives rígidamente, estás atrapado en tu cabeza, tratando de controlarlo todo. Aferrarse a esta sensación de control es una falsa sensación de seguridad que causa más frustración. Así que mejor enfócate en lo que sí puedes controlar.
 
2.            Acepta tus errores.
Los líderes flexibles reconocen sus errores con humildad porque saben que es la mejor fórmula para aprender. Quienes no asumen haberse equivocado no pueden ver que en los fallos reside la oportunidad de mejorar. Cuando estamos dispuestos a equivocarnos nos liberamos y nos permitimos tomar riesgos, probar cosas nuevas y abordar las cosas con una actitud creativa, innovadora y perspectiva flexible.
Un liderazgo flexible no sólo entenderá la necesidad de hacer cambios ante otras realidades, sino que definirá, con información en la mano, el proceso de adaptación y la consecuente mejora del nivel de servicio.

3.            Enfócate en el presente.
Centrarse en el presente ayuda a los líderes a generar flexibilidad en el trabajo, ya que pueden responder de manera más adecuada a las situaciones sin sobre pensar cosas del futuro o del pasado. Vivir el momento presente, sin perder de vista el futuro y aprendiendo del pasado es la mejor manera para tomar decisiones adecuadas.
 
4.            Mantente en constante aprendizaje.
Aprender de cada oportunidad prepara a los buenos líderes para manejar lo que sea, y no habrá reto o situación que no puedan resolver.  Leer un buen libro, asistir a talleres y conferencias, tomar cursos, etcétera será de mucho beneficio. El aprendizaje no es necesario que sea sobre la carrera profesional; puede ser de algo diferente, uno nunca sabe cómo dicho conocimiento puede ser de ayuda.
 
5.            Disfruta de tu trabajo.
Disfruta con lo que haces, si no te gusta tu trabajo tienes dos opciones: o cambias lo que tengas que cambiar para que realmente te apasione, o cambia de trabajo. Cuando un líder disfruta su trabajo será capaz de alcanzar la excelencia en lo que hace e inspirar a los demás.

6.            Ten la mente abierta.
Un líder flexible no se encierra en sí mismo, sino que está dispuesto a adoptar como propios los pensamientos ajenos que considere valiosos. Carece de ideas preconcebidas, se abre a la escucha y acepta que cualquiera puede aportar soluciones creativas y visiones enriquecedoras.
Si quieres ser un líder flexible no te aferres a las cosas, personas o sistemas, deja ir lo que no funciona y ábrete a probar algo nuevo. Desafía tus propios paradigmas y suposiciones y encontrarás nuevos océanos que explorar.
 
La flexibilidad en el liderazgo es un gran aliado para avanzar con éxito en tu empresa. No le tengas miedo al cambio, más bien prepárate para hacerle frente. 
 
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