Recibir
críticas en el trabajo es complicado e incómodo pues sentimientos como el desánimo,
la molestia y tristeza aparecen, descontrolándonos completamente y trayendo
acciones negativas. Sin embargo, aprender a recibir las críticas hacia tu
trabajo es parte de ser un profesional. Por ello, trabajar constantemente en tu
carácter y en cómo recibes los comentarios críticos no solo beneficiará tus
emociones, también tus habilidades, tu trabajo y sus resultados.
1.
Escucha las
críticas.
Sí,
escucha, es decir, presta atención a lo que dice la crítica, de esta manera
podrás comprender el motivo y los argumentos que está utilizando la otra
persona para hablar de tu trabajo. Escucha lo que tu jefe, un compañero de
trabajo o un cliente tiene que decir y entabla un diálogo positivo con ellos.
Deja que la persona comparta su análisis de la situación sin interrumpirla. No
hables para poner excusas o para decir palabras defensivas Cuando finalice,
repite lo que has entendido. Si hay algo sobre lo que dudas, pide más
explicaciones sin debatir ni argumentar tu punto de vista.
Aún en
el caso de que no estés de acuerdo, las críticas constructivas son una buena
forma de saber cómo ven los demás tu actuación en el trabajo, y pueden ayudarte
a cumplir mejor las expectativas.
2.
Cuida tus
emociones.
A
nadie nos gusta que nos critiquen y, por lo general, cuando nos enfrentamos a
comentarios negativos las emociones toman batalla y dejan de lado la parte
racional. Tu reacción inicial probablemente no sea la más racional,
especialmente si no esperabas recibirlas. Es importante tomarte un tiempo para
calmarte, analizar la situación y pensar antes de reaccionar. No te tomes los
comentarios negativos que recibes en el trabajo como algo personal; son
solamente una crítica a tu trabajo y pocas veces se refieren a ti como persona.
Asumir que la crítica es con buena intención es el primer paso para controlar
emociones negativas.
3.
No lo tomes
personal.
Es
habitual que percibamos una crítica como una señal de que a una persona no le
caemos bien, pero no es así, se trata de saber que no podemos hacerlo todo
perfecto. Recuerda que están criticando tu trabajo, no a ti como persona. Nunca
tomes comentarios negativos acerca de tu trabajo como una crítica hacia ti como
persona, por lo tanto, intenta no sentirte atacado. Tómate tu tiempo para tomar
perspectiva y reflexionar sobre el feedback que has recibido y en cómo puede
ayudarte a mejorar tu rendimiento. Recuerda que toda crítica se puede
transformar en algo positivo a tu favor.
4.
Toma lo bueno.
Las críticas,
cuando son bien encausadas, ayudan a crecer y mejorar. Ante un comentario
negativo, desgrana lo bueno que puedes adoptar de esa crítica y no dejes que te
afecte demasiado. Recuerda que todos los comentarios constructivos (incluidos
los comentarios negativos) son un signo de interés y un signo de que las
personas desean ayudarte a mejorar. Sería mucho peor que las personas noten que
estás haciendo un mal trabajo y no digan una palabra. Así que, a menos de que
se demuestre lo contrario, asume que la persona que hace la crítica tiene buena
voluntad.
Aceptar
las críticas en el trabajo puede ser un paso importante para aumentar su
eficiencia y éxito profesional.
5.
Acepta tus
errores.
Todos cometemos
errores y tenemos cosas que aprender; y eso te incluye a ti. No hay nada de
malo en cometer errores, pero cometer los mismos errores una y otra vez porque
te niegas a escuchar las críticas y aprender es simplemente ridículo. Nadie es
perfecto, así que no creas que estas libre de cometer errores.
Recuerda
que, al reaccionar positivamente y tener una actitud receptiva hacia las
críticas constructivas, estás demostrando tu profesionalidad y capacidad de
resiliencia, y probablemente tu jefe, tu compañero de trabajo o tu cliente te
respeten más por ello.
Lo fundamental
no es no recibir críticas sino saber qué hacer cuando estamos frente a una para que no afecte tu trabajo ni tu relación con los demás.
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