Cómo separar la vida privada de la vida laboral

Separar el trabajo de la vida privada es fundamental para cuidar nuestra salud; el no poder separar lo profesional de lo personal no pasa, en algunos casos, de estados anímicos bajos, pero en otros, incluso se puede entrar en lo patológico, como es el caso de los adictos al trabajo. Pero en general es importante intentar mantener un equilibrio entre estos dos factores tan importantes para la mayoría.

1.            Fija horarios.
Determina el horario destinado a tu trabajo y el destinado a tu vida personal o a los tuyos. Planifica tu día de tal manera que puedas cumplir con tu jefe y salir a tiempo del trabajo. Prioriza las tareas importantes no urgentes, en la medida que vaya planeando más, va disminuyendo lo urgente porque esto ya se habrá gestionado con anterioridad y por lo tanto no tendrá que poner tiempo extra.
Mantener organizadas tus herramientas y tu espacio de trabajo te permitirán optimizar al máximo tu tiempo y llevar a cabo todas tus tareas. Desarrollar buenos hábitos a la hora de trabajar y te dejará más tiempo libre al final del día.
 
2.            Planifica actividades post laborales.
Una forma de separar la vida profesional y personal es involucrarse en actividades que no tienen nada que ver con el trabajo. Esto puede incluir hobbies, deportes, o simplemente pasar tiempo con amigos y familiares. Estas actividades pueden ayudar a desconectar de la vida laboral y a recargar las baterías después de un día de trabajo agotador y a mantener tu mente despejada y fresca. El deporte no sólo tiene beneficios en el cuerpo, 30 minutos diarios bastarán para liberar las tensiones del trabajo y conseguir un mejor rendimiento laboral. Además, tener relaciones familiares y de amistad por fuera del ámbito laboral, puede favorecer positivamente la salud, el bienestar y la felicidad de las personas.
 

3.            Di no cuando sea necesario.
Si ya has hecho tus deberes y estas en horario de salida, pon límites a quien te pide que te quedes más tiempo. puedes comenzar a decir que no, acompañando tu negativa de una brevísima explicación y proponiendo una solución alternativa que sea realista en el plazo solicitado.
Para separar la vida profesional y personal, es importante establecer límites claros. Esto puede incluir establecer horarios de trabajo definidos. También puede ser útil tener una conversación con amigos y familiares sobre cómo respetar estos límites y no interrumpir el tiempo de descanso o trabajo.

 
4.            Evita correos y llamadas fuera del horario laboral.
Gracias a la tecnología podemos estar comunicados las 24 horas del día con cualquier persona, pero si no se ponen límites, puede llegar a absorber la atención y provocar que estés más tiempo trabajando de lo estipulado. Si tienes un móvil de trabajo y otro personal, una vez salgas del trabajo, una recomendación es desconectarlo siempre que sea posible. Si usas el mismo, responde solo llamadas urgentes. Procura que los correos laborales no lleguen a tu correo personal. De esta forma, cumplido tu horario de trabajo, te será mucho más sencillo poner en práctica la desconexión digital.
 

5.            Realiza rituales de separación.
Realiza rituales de separación que indiquen el final de una actividad y comienzo de otra. Por ejemplo, ponte ropa cómoda al llegar a casa, apaga el teléfono o haz cualquier otra pequeña acción que marque la diferencia y separe lo laboral de lo personal.
Para que sea más efectivo, las acciones deben tener algunas características:
·       Debe realizarse todas las veces siempre de la misma forma y en las mismas circunstancias.
·       Debe comunicar a tu cerebro claramente la conclusión del horario laboral.
·       Debe ser significativo para ti.
·       Buscar tu propio ritual de separación que sepas que te funciona.
 
Quiza te cueste un poco de trabajo separar el trabajo de tu vida privada, quiza te sea difícil no llevarte trabajo a casa, quizá pienses que así adelantas trabajo o que es necesario hacerlo, pero recuerda que siempre habrá trabajo, pero tu salud y los tuyos podrían un día no estar. 
 
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