Tipos de clima laboral en las empresas

Conocer los diferentes tipos de clima laboral permite conocer cuál se apega más a nuestra empresa y si este no está dando buenos resultados, cambiarlo por uno que ayude a la eficiencia y eficacia de los empleados. Es necesario recordar que la calidad del clima laboral influye directamente con la satisfacción de los trabajadores y con ello mejora notablemente la productividad.
Un buen clima laboral se orienta hacia los objetivos generales de la empresa, un mal clima destruye el ambiente del trabajo ocasionando situaciones de conflicto o malestar de los empleados y esto genera bajo rendimiento.


1.            Autoritario.
Las empresas con este tipo de clima laboral se caracterizan porque su estructura jerárquica es muy estricta: las decisiones y órdenes viene de los altos mandos y los empleados tienen que trabajar dentro de una atmosfera de miedo, de castigos, de amenazas, ocasionalmente de recompensas, y la satisfacción de las necesidades permanece en los niveles psicológicos y de seguridad. No hay instancias de creatividad, flexibilidad, opinión o desarrollo profesional.
En este tipo de clima no hay confianza en los empleados ni tampoco existe comunicación con ellos. Mejor dicho, no se les escucha, pero sí se les exige escuchar y hacer lo que dicen los directivos. En lugar de comunicación solo hay directrices e instrucciones específicas.
La mayor parte de las decisiones y de los objetivos se toman en la cima de la organización y se distribuyen según lo determinen los de arriba de la empresa sin tomar en cuenta a los trabajadores. Por lo tanto, estos cuentan con un margen muy breve de libertad de decisión en el desempeño de sus funciones.
 
2.            Paternalista.
En este tipo de clima laboral la mayor parte de las decisiones se toman en la cima, pero algunas se toman en los escalones inferiores. La dirección juega mucho con las necesidades sociales de sus empleados que tienen la impresión de trabajar dentro de un ambiente estable y estructurado. Se concede cierta flexibilidad y se valoran las necesidades de los empleados en la medida que se respeten las reglas del juego establecidas en la cumbre. Se trata de un sistema más condescendiente y menos rígido que el anterior.
La jerarquía de la organización es clara y estricta, aunque puede existir una comunicación directa entre diferentes cargos, la realidad es que no es tan fluida. Si bien existe un trato cordial en el ambiente, la confianza no es tan alta, por lo que el clima sigue siendo negativo ya que las posibilidades de promoción son escasas y las personas empleadas, por lo general, no se sienten suficientemente identificadas con la filosofía, misión y objetivos de su propia empresa. Además, los trabajadores rara vez reciben comentarios o sugerencias de mejora en relación a las funciones o tareas que desempeñan.

 
3.            Consultivo.
Estas empresas se distinguen por tener un mayor grado de descentralización y delegación de las decisiones. La directiva deposita confianza en sus colaboradores y considera tanto el trabajo que realizan como sus opiniones. Hay un ambiente más dinámico y proactivo, en donde fluye la comunicación y la confianza entre los equipos. La política y las decisiones de toman generalmente en la cima, pero se permite a los subordinados que tomen decisiones más específicas en los niveles inferiores. Este tipo de ambiente es más proactivo y capaz de trabajar en equipo, por el hecho de que se busca un bien común.
Es un ambiente positivo, ya que el trabajador percibe que su opinión vale, además se presenta un alto grado de feedback, lo cual ayuda a mejorar el trabajo de las personas, con el fin de potenciar sus tareas y alcanzar de una manera más efectiva las metas y objetivos de la organización. Los empleados que trabajan dentro de un clima laboral consultivo se caracterizan por ser más comprometidos con la visión, valores e imagen de la empresa. De igual forma, suelen ser muy creativos y entusiastas al momento de plantear propuestas de mejora o ideas que contribuyan al crecimiento de la organización.
 
4.            Participativo.
Este tipo de clima se da en empresas en donde no existe una jerarquía vertical, más bien horizontal. Existe una gran confianza por parte de la directiva ante sus colaboradores y la opinión que tengan los trabajadores es primordial para la toma de decisiones. De hecho, muchas veces las decisiones se toman en conjunto y buscan un bien común para el negocio y el desarrollo profesional de los empleados. Se prioriza el trabajo en equipo para alcanzar los intereses comunes y personales.
La comunicación no se hace solamente de manera ascendente o descendente, sino también de forma lateral. Asimismo, existe una relación de amistad y confianza entre los superiores y subordinados, por lo tanto, los empleados se sienten motivados y convencidas de que se encuentran en un lugar perfecto para progresar personal y profesionalmente.
Los trabajadores se sienten motivados y comprometidos con la filosofía, misión y objetivos de la organización. Además, sienten su esfuerzo recompensado y valorado lo cual se ve reflejado en su trabajo.
 
Conocer el clima laboral en el que se desenvuelve la empresa es importante para hacer los cambios necesarios y conseguir los objetivos.
 
 
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