Individualismo en las empresas

El individualismo en las empresas hace referencia al cumplimiento de los objetivos a través de la independencia y la autosuficiencia. La persona tiende a obrar según su propia voluntad, sin contar con la opinión de los demás individuos que pertenecen al mismo grupo y sin atender a las normas de comportamiento que regulan sus relaciones.
 

El individualismo daña a los equipos, hace imposible la sinergia necesaria, el apoyo mutuo y el tránsito generoso de la información. Todo esto genera falta de productividad y compromiso con la empresa.
Muchas personas prefieren evitar el trabajo en equipo, alegando que su labor pueden llevarla a cabo sin dificultades y no requieren de ayuda de alguien más. De hecho, dentro de las razones que tienen quienes prefieren el individualismo están:
1.      Mayor libertad de trabajo.
2.      Malas experiencias con equipos de trabajo.
        Tienen miedo y compiten.
        No tienen un objetivo común.
        No creen en el equipo.
3.      Mala influencia por parte de otros, principalmente de sus jefes quienes favorecen la competencia entre los empleados.
 
 

Las empresas que resaltan el individualismo entre sus empleados sueltan su deseo de alcanzar el éxito personal en comparación con el éxito colectivo. Esto exige a las empresas proporcionar a los trabajadores un alto nivel de responsabilidad personal e independencia, así como ofrecerles la oportunidad de seguir su propia iniciativa. Cabe mencionar que el individualismo no es necesariamente falta de compromiso con las tareas asignadas, sino más bien, con el equipo. Cuando un individuo es capaz de alcanzar sus metas personales sin contar con el grupo, puede presentar cierta ausencia de lealtad hacia el mismo. De hecho, la excesiva especialización de los profesionales hace que sean capaces de realizar tareas concretas, pero causa que se vuelven menos competentes a la hora de completar tareas que requieren trabajo en equipo porque básicamente les importa cumplir con lo que se les asigne sin importar que otros miembros de un equipo tengan actividades pendientes. Para ellos es suficiente estar al día con aquello que se les ha solicitado, no existe trabajo más importante que el de ellos mismos.
En organizaciones con un alto grado de individualismo existen sistemas de control explícitos, no se preocupan tanto de cuidar del bienestar de sus empleados como de cuidar sus propios intereses. Por el contrario, las organizaciones predominantemente colectivistas suelen tener claros vínculos con sus empleados quienes suelen participar en la toma de decisiones y no abandonan la compañía con facilidad.


El objetivo de evitar un pensamiento individualista, es generar un sentido de propiedad con respecto a las metas globales más que de algunas tareas en particular. En general, en ambientes individualistas los empleados tienen un menor sentido del deber con su grupo y suelen estar más influenciados por su propio apego personal a la organización y las relaciones beneficiosas que esperan obtener con el desempeño de su trabajo.
 
También te puede interesar
5 habilidades sociales esenciales en el trabajo
Cómo evitar el pensamiento grupal en las empresas
Cómo ser más sociable en el trabajo
 
Recuerda compartir y seguirnos en las redes sociales. 
sígueme en Instagram siguenos en Twitter siguenos en facebook

Comentarios