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Cómo evitar el pensamiento grupal en las empresas

El pensamiento grupal se refiere al fenómeno en el que todos los miembros de un grupo o un equipo comparten la misma opinión y están de acuerdo siempre en las decisiones tomadas. Esto sucede porque los empleados con más personalidad se imponen sobre los nuevos o más débiles o porque los involucrados tienen miedo de compartir sus propias opiniones o disentir de su jefe o compañeros.
Si el pensamiento grupal es constante puede generar diversas consecuencias como tener puntos ciegos estratégicos, reducción de la creatividad, poca capacidad para resolver problemas, mal clima laboral, entre otras. Por eso es mejor evitarlo o disminuirlo en la empresa.


1.  Dar apertura a las opiniones.
Cuando el liderazgo es abierto y solicita, acoge y valora los diferentes puntos de vista, el pensamiento grupal es menos probable.
Antes de tomar o aceptar un acuerdo o decisión se deben considerar tantas opiniones como sea posible. Es importante escuchar todas las ideas sin importar cuán malas sea, ni cuán mal pensadas o poco prácticas puedan ser, para eso es necesario tener una mentalidad abierta. Esto fomentará un entorno en el que más personas estén dispuestas a hablar y compartir sus pensamientos. Un buen líder anima a que se piense diferente. El límite, claro está, es el insulto y el trato ofensivo.
 
2.  Hacer preguntas a los miembros del equipo.
Para evitar el pensamiento grupal, el líder del grupo debe desempeñar un papel de detective haciendo preguntas a los miembros del grupo para entender porque están de acuerdo o si realmente están de acuerdo. Hacer preguntas como ¿por qué estás de acuerdo? ¿tienes otro punto de vista? Si la idea viniera de otra persona ¿seguirías estando de acuerdo? ¿Qué pros y contras ves en esta decisión? permitirá hacer un mejor análisis de la situación. 
Las preguntas ayudarán a generar debates y a hacer un análisis personal y grupal para saber cual es la razón de la unanimidad y tener buenos resultados.


3.  Tener diversidad de personas.
Si los equipos siempre están integrados por las mismas personas o en las juntas siempre se ven a las mismas personas llegará un momento en que se de un consenso cómodo en el cual nadie disienta de los demás ya sea por mutuo acuerdo o por comodidad grupal. Por eso se recomienda que no siempre sean las mismas personas o, en la medida de lo posible, pedir una opinión a alguien externo al grupo.
Se debe mantener a los grupos abiertos a las influencias externas y a las nuevas ideas, para tener un equipo de individuos que colaboran realmente, en lugar de pensar como uno solo.
 
4.  Aceptar ideas innovadoras.
El miedo a aceptar ideas nuevas y creativas genera el pensamiento grupal. Para evitar dicha situación es recomendable alentar a los empleados a que presenten ideas creativas e inventivas. Dar incentivos no solo brindará un refuerzo positivo a las personas que generan las ideas, sino que también incentivará a otras partes a presentar regularmente sus mejores ideas al grupo.

5.  Aceptar el debate.
Un ambiente que estimule la discusión o debate ayudará a eliminar el pensamiento grupal. Es importante fomentar el debate para que el grupo vea el problema desde distintos ángulos. Para ello, puede animar a alguien a hacer de abogado del diablo, interrogar los argumentos y sacar a la luz nuevas perspectivas e ideas. La función de esa persona es cuestionar el consenso del grupo proponiendo objeciones y argumentos en contra.
Es importante tener un entorno que acepte las críticas y los comentarios para que los empleados se sientan cómodos compartiendo sus contrapuntos.
El pensamiento grupal se vuelve peligroso porque solo una persona o un grupo lidera las ideas sin encontrar ninguna objeción lo cual genera una visión de túnel generando en muchas ocasiones más problemas para las empresas. No se trata de estar siempre en desacuerdo sino dar la oportunidad del análisis, conocer diferentes puntos de vista y generar buenos resultados para todos.
 
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