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Cómo poner límites en el trabajo

Poner límites en el trabajo es importante para no tener una sobrecarga que tarde o temprano dañe no solo tu productividad y el trato con los demás sino también tu salud. No intentes ser el superhombre o la supermujer que trabajan horas extras todos los días o que hacen lo que otros no quieren o no pueden. Haz tu trabajo, cumple con tus responsabilidades y, dentro de tus limites, esfuérzate y da lo mejor de ti en tu trabajo.
 

1.            Termina tus labores a tiempo.
No puedes poner límites a otros si tú mismo los excedes. Esforzarnos en nuestro trabajo está bien pero no está bien excederse de las horas de trabajo. La sobrecarga de trabajo, solo logra que los empleados disminuyan su productividad. Trabajar horas extras de forma constante va a tener consecuencias no solo para tu trabajo sino también para tu salud, así que cumple con todas tus responsabilidades laborales dentro de tu horario y luego vete a casa. No te sientas culpable si has hecho todos tus labores y sales a tiempo. Si te quedas que sea por acuerdos preestablecido por una remuneración equitativa a las horas extras invertidas por lograr culminar proyectos a tiempo.
 
2.            Aprende a decir no.
Para muchas personas no es fácil decir que no, pero en ocasiones es necesario para no excederse del trabajo. Si ya tienes suficientes responsabilidades debes establecer límites. Involucrarte en nuevos proyectos solo te generará más estrés y una mayor carga horaria. Así que rechazar algunas solicitudes es saludable y aceptable.
Es importante aprender a usar dicha palabra y a entender que no es una grosería, un insulto o una muestra de falta de compromiso con el trabajo, sino que se trata de una palabra que demuestra que conoces tus límites en favor de tu salud.

 3.            Planifica tus tareas de cada día.
Seguir una agenda donde determines cuáles tareas son urgentes y cuáles son importantes para determinar cuáles son prioridad y cuáles no te ayudará a marcar límites para tu trabajo. Planea tu agenda el domingo y determina qué harás cada día. Deja espacio para las que puedan surgir durante la semana. Existen diferentes herramientas que te podrán ayudar a planificar todos tus pendientes y saber qué tareas tienes pendientes para no acumular demasiadas para el mismo día. Recuerda marcar pausas activas y, si no tienes horario de comida establecida, márcalo en tu agenda.
 
4.            Sé asertivo.
No siempre es fácil establecer límites porque no sabemos cómo establecerlos o cómo comunicarlos. Por ello, es importante entrenar la asertividad, de este modo podrás establecer límites de una forma clara y respetuosa evitando la agresividad y respetando tus derechos. Recuerda que, así como quieres que sean respetados tus límites, también debes respetar los de los demás, además recuerda que tus límites no deben afectar el bienestar de los demás.

5.            Pide respeto por tu tiempo personal.
No eres un robot y por lo tanto no puedes trabajar 24 x 7 (por eso existen horas del día para laborar), necesitas tener momentos para descansar. Además tú no eres tu trabajo o tu profesión, eres una persona con una vida personal que tiene además una familia. Al llegar a casa aléjate de la tecnología y si no es posible al menos apaga las notificaciones del trabajo y no te lleves ningún pendiente a casa.
Mientras más tiempo dediques a tu vida, tu familia, amigos o actividades, podrás sentirte mejor. De lo contrario será como seguir trabajando al tener que leer o responder solicitudes y eso te generará más estrés.
 
Poner límites en tu trabajo te permitirá ser productivo, y cuidar tu salud mental. No dudes en decir que no si ya tienes mucho trabajo pero hazlo de manera respetuosa y aprende a irte a casa a tiempo.
 
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