5 hábitos buenos en el trabajo

Las diferentes acciones que realizamos dentro del área laboral pueden volverse hábitos que nos ayuden o nos perjudiquen. Recuerda que, cuantas más veces repitamos una acción se volverá un hábito, y lo ideal por supuesto, es desarrollar hábitos que te ayuden a ser un mejor empleado.

1.     Centrarse solo en una tarea.
A veces, en el afán o el deseo de ser más productivos o de dar más resultados, nos comprometemos a hacer varias tareas. El problema de comprometerse con varias actividades es que disminuye la calidad de estas además de que se corre el riesgo de aumentar los niveles de estrés. Es mejor centrarse solo en una tarea y terminarla a tiempo (e incluso antes de lo planeado) y con la eficacia correspondiente, y para esto es importante saber poner límites al momento de ayudar a los compañeros de trabajo con sus tareas. Ante el pedido de tomar otra actividad es recomendable indicar que ya se tiene una actividad en desarrollo y que la actividad solicitada podrá hacerse al término de la otra.
 
2.     Ser proactivo.
Otro buen hábito a desarrollar en el trabajo es tener iniciativa, es decir, tomar acción propia para lograr la productividad, así como ir más allá de lo solicitado, es decir, crea el hábito de hacer más de lo que te piden; esto no solo te permitirá ser más productivo sino además darle valor agregado a tu trabajo. Procura siempre ir un paso adelante, si ves que podría suscitarse un problema, presenta soluciones o haz los cambios o propuestas necesarias para evitarlo.
 
3.     Ser puntual.
La puntualidad es un hábito importante a desarrollar. Ser puntual implica 1) llegar temprano al trabajo o a las citas con los clientes; recuerda que la puntualidad denota interés y compromiso de tu parte, además te permitirá cumplir cabalmente con tu trabajo, aprovechar más el día  y evitar problemas, y 2) entregar a tu trabajo a tiempo. Esto significa que de nada te sirve llegar temprano a tu trabajo si no aprovechas bien tu tiempo. Para entregar tu trabajo a tiempo debes aprender a concentrarte en lo que estás haciendo, no0 aceptar más tareas si no has terminado la primera, priorizar tus actividades y aprender a trabajar en equipo, en caso necesario.

4.     Tomar descansos.
Tener periodos de descanso cada cierto tiempo para permitirle al cerebro que se relaje y pueda seguir trabajando de manera efectiva no es una pérdida de tiempo. Si atiborras tu cerebro y no descansas, tarde o temprano verás como tu concentración es menor así como tu capacidad de solucionar problemas debido al cansancio producido por el exceso de trabajo. No solo es un hábito el tomar breves descansos en el trabajo, sino también periodos largos es decir, tomar las vacaciones correspondientes cada año y alejarse durante esos días de todo lo relacionado al trabajo. Este hábito ayudará a no fatigarse tanto y a controlar mejor el estrés.
 
5.     Seguir aprendiendo.
No importa cuántos cursos hayas tomado ya o cuánto sepas, nunca será suficiente, pues el conocimiento y la tecnología se van desarrollando constantemente y lo que hoy sabes quizá para mañana ya sea obsoleto. Para desarrollar el hábito de aprender debes también desarrollar el hábito de la lectura, de preguntar, de investigar por ti mismo y de enseñar a otros pues así también puedes reforzar tus conocimientos. Ante cualquier oportunidad aprovecha para desarrollar nuevas habilidades y para incorporar nuevos conocimientos. Puedes aprender también de otros, como su manera de enfrentar los problemas o de desarrollar su trabajo.
 
A esta lista puedes agregarle tus propios buenos hábitos y no olvides fomentarlos cada día en tu trabajo para tener los resultados deseados.

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