Delegar
tareas es importante para el buen funcionamiento del equipo o de la empresa, no
obstante existen funciones y responsabilidades que, de acuerdo a tu jerarquía,
solo a ti te conciernen, es decir tu eres el máximo responsable de esas tareas
y por lo tanto no pueden ser transferidas a otras personas.
Recuerda que como líder debes involucrarte en los procesos necesarios para cumplir los objetivos. Mantén un buen equilibrio entre delegar tareas que debes y no delegar aquellas que no debes.
Recuerda que como líder debes involucrarte en los procesos necesarios para cumplir los objetivos. Mantén un buen equilibrio entre delegar tareas que debes y no delegar aquellas que no debes.
El tamaño y la importancia de las decisiones se reparten en función proporcional a las responsabilidades de cada puesto, y cada puesto tiene que asumir sus propias decisiones sin delegarlas a nadie más, estas decisiones generalmente dependen de su nivel y peso financiero.
3. Gestión de crisis.
Sin
importar el tipo o tamaño de las crisis, tu presencia como líder siempre será
necesaria. Un buen líder siempre estará presente e involucrado. Las crisis
pueden necesitar de tu autoridad y experiencia para resolverlas. No pases esta
obligación a alguien que no tiene la experiencia o el fogueo suficiente y
adecuado para resolver el problema. En dichas situaciones tendrás que asumir el
liderazgo que te corresponde, esto implica no solo delegar o dar órdenes, sino
proponer soluciones, saber escuchar las ideas de todos, hacer una evaluación y
ponderación de los hechos, y tomar decisiones en función de esto.
4. Reconocimientos o correcciones.
Para
que el equipo esté motivado el líder debe reconocer los logros y agradecer el
esfuerzo y el buen trabajo. La gente naturalmente confiará y será más leal a la
persona que reparte elogios e incentivos, y cuanto más alto estés en una
empresa, más importante será hacer estas actividades tú mismo.
De la misma manera, si algún miembro del equipo necesita una llamada de atención, es mejor si te ocupas tú mismo y en privado. Aunque establecer los métodos disciplinarios sea una de las tareas más desagradables de un gerente, no debes pedirle a un subordinado que la realice.
De la misma manera, si algún miembro del equipo necesita una llamada de atención, es mejor si te ocupas tú mismo y en privado. Aunque establecer los métodos disciplinarios sea una de las tareas más desagradables de un gerente, no debes pedirle a un subordinado que la realice.
5. Contrataciones y formación del talento.
El
líder es el principal responsable de su equipo, por lo que debe participar
activamente en la incorporación de nuevos miembros. Un buen líder debe conocer
los puntos fuertes y débiles de cada integrante de su equipo, y debe asegurarse de
que cada uno trabaja para seguir mejorando. Traer el talento adecuado, armar un
equipo que funcione bien, y entender qué miembros necesitan entrenamiento,
tutorías o incentivos son herramientas para el éxito.
Saber
qué delegar es importante pero también lo es saber qué y cuándo no hacerlo.
Saber la diferencia te convierte en un buen líder y permite tener buenos
resultados.
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