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Cómo dar autonomía a los empleados

Dar autonomía a los empleados es permitir que cada uno pueda llevar a cabo sus funciones laborales sin requerir una gran cantidad de ayuda o supervisión externas. Es muy importante que el empleado se sienta parte de un entorno laboral en el que puede expresar sus ideas, sin sentirse juzgado o criticado por dar su opinión.
La autonomía laboral se basa en el sentimiento, por parte del empleado, de sentirse respaldado al momento de realizar su trabajo. Es la sensación del trabajador de tener, bajo su control, la elección de realizar aquellas actividades en las que mejor se puede desenvolver.


1.            Dar al empleado libertad para organizar sus tiempos.
Una buena manera de mantener la autonomía de los trabajadores es dejar que controlen su flujo de trabajo y estructuren su tiempo a su manera. Solo asegúrate de que se cumplan los objetivos estipulados durante la semana, una buena idea es programar reuniones para actualizar objetivos y comentar acerca de su estrategia para completar sus proyectos.
Da libertad, pero pon limites claros. Dentro de límites claros, las personas están facultadas para determinar cómo van a realizar las tareas que se les da, además pueden desarrollar sus responsabilidades y programar sus tareas laborales para ejecutarlas en función de su disponibilidad.
 
2.            Generar un ambiente de confianza.
No puede haber autonomía de los colaboradores si no hay confianza. La confianza es vital para fomentar la autonomía al interior de los equipos de trabajo, ya que envía a los trabajadores el mensaje de que están al mando de su tiempo, esfuerzo y recompensa, lo que es sumamente gratificante y motivador a la vez. Es un proceso de dos vías. El empleado confía en el jefe, y a su vez este confía en sus empleados.
Para fomentar la confianza es necesario crear canales de comunicación y administración, que fomenten la transparencia y eviten riesgos como la desorganización o la competencia dañina entre empleados.
 
3.            Establecer lineamientos claros.
Dar autonomía a los empleados no significa que no haya liderazgo o lineamientos claros para el cumplimiento del trabajo o de lo contrario habría muchos problemas dentro de la empresa ya que cada uno haría lo que quisiera cuando quisiera, y los clientes se verían afectados.
Si los líderes no tienen claros los propósitos, ¿cómo pueden saber los empleados a qué se están comprometiendo? Asegúrate de que cada líder y cada trabajador comprenda qué se espera de él. Esto aplica a cómo se comporta en su trabajo y en representación de la empresa, así como en un proyecto, tarea o su rendimiento en general. 
 
4.            Aprender y corregir errores.
Dar autonomía a los empleados puede conllevar a tener fallas y errores, sin embargo, eso no debe ser razón para dejar de dar autonomía a los empleados sino para aprender. Los errores tampoco son excusa para criticar, de forma destructiva, la opinión o conducta de un empleado en el entorno laboral. Más bien acepta los errores y valora la oportunidad de aprendizaje que brindan. Comunica con tu equipo los problemas que encuentres a medida que surjan.
Piensa en estas lecciones como comentarios constructivos. A diferencia de los comentarios negativos, que pueden desanimar y afectar el compromiso de tu equipo, los comentarios constructivos generan todo tipo de resultados maravillosos.
 
5.            Brindar recursos para cumplir las metas.
Al dar autonomía a los empleados es importante incluir el uso de tecnologías para la gestión de las actividades. Los líderes deben asegurarse que la organización brinda a sus colaboradores las herramientas y recursos que necesitan para alcanzar sus objetivos, como formación y tecnología. El mensaje para los trabajadores es que la compañía confía en ellos y que está dispuesta a invertir su desarrollo profesional, porque cree en sus aptitudes y en el aporte que son capaces de hacer a la empresa.
 
Dar autonomía a los empleados debe ser implementado poco a poco, teniendo buena comunicación y aprendiendo de los errores. 
 
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