Estrategias para la gestión de cambio empresarial
La
gestión de cambio es un proceso con el se preparan y gestionan los cambios dentro de la organización. Dicho proceso evalúa los aspectos actuales de la organización
y planifica cómo asignar recursos y modificar procesos. Es fundamental para
establecer quiénes formarán parte de esta estrategia, quiénes serán los
encargados de tomar decisiones y de qué manera se llevarán a cabo los cambios.
Es importante recordar que es necesario desarrollar un modelo que funcione de
forma personalizada a las necesidades de la empresa, considere el lado humano
del cambio y prepare a sus equipos para el éxito.
Al seguir un proceso de gestión de cambios, puedes preparar mejor a tu equipo y a la empresa para que los nuevos cambios resulten beneficiosos para todos.
Al seguir un proceso de gestión de cambios, puedes preparar mejor a tu equipo y a la empresa para que los nuevos cambios resulten beneficiosos para todos.
No solo es necesario saber qué se quiere cambiar sino también cuáles son los resultados que buscas obtener.
a) Regulador de convenciones: Ayudan a definir cómo usar la herramienta de gestión del trabajo en toda la empresa. Pueden guiar capacitaciones o responder dudas que les surjan a los distintos miembros de los equipos.
3. Mantener la comunicación.
Tanto
para planificar, como para integrar y ejecutar esta gestión, es fundamental
mantener a los empleados actualizados, de forma clara y constante mediante una buena
comunicación. Por lo tanto, el líder del proyecto debe brindar
retroalimentación continua y advertir a todos los involucrados sobre cambios,
contingencias y nuevas direcciones.
Para mantener a todos motivados, organizados e informados es necesaria una comunicación constante. De esta manera el equipo puede entender lo que se comparte, pero también aprender y abordar si hay disentimiento subyacente o falta de comunicación. La comunicación debe ocurrir a lo largo de todo el proceso.
4. Desarrollar un plan.
Para desarrollar
un plan adecuado y evitar cualquier tipo de resistencia por parte de algún trabajador
(el cambio en la rutina de los empleados puede generar frustración y perjudicar
su desempeño) es necesario describir a detalle el enfoque del cambio y establecer
metas, plazos, equipos involucrados, procesos y líderes. Determina cuáles son los
recursos necesarios para llevar a cabo ese cambio, qué responsabilidades nuevas
tendrán las personas dentro de la empresa, qué cambios de tareas habrá, cuánto tiempo
y dinero serán necesarios invertir y si será necesario un asesoramiento externo.
Para mantener a todos motivados, organizados e informados es necesaria una comunicación constante. De esta manera el equipo puede entender lo que se comparte, pero también aprender y abordar si hay disentimiento subyacente o falta de comunicación. La comunicación debe ocurrir a lo largo de todo el proceso.
5. Medir los resultados.
El
proceso de transformación no ocurre de la noche a la mañana y tampoco es del
todo predecible. Por muy bueno que sea el plan y la gestión, es común que
sucedan imprevistos. Por lo tanto, es necesario hacer las evaluaciones necesarias
para saber si se han obtenido los resultados deseados o de lo contrario hacer los
ajustes necesarios.
Hacer cambios
dentro de la empresa puede asustar a más de uno, por eso es necesario tener un plan
con objetivos claros y mantener una comunicación abierta y constante para acompañar
durante el proceso. No olvides que el cambio siempre es necesario para crecer.
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