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Lecciones de un despido laboral

Nadie planea ni desea ser despedido, y sin duda alguna cuando este se presenta cambia la vida de las personas. Ante un despido puedes elegir entre sentirte víctima y culpar a otros o aprender de lo sucedido, seguir adelante y rehacer tu vida laboral.



1.            Perdiste tu trabajo, no tu capacidad para trabajar.
Cuando pasas por un despido debes recordar que un trabajo no te define; lo que te define profesionalmente es quién eres, qué sabes hacer y cómo aplicas eso que sabes. Perder un trabajo significa que ya no asistirás más a ese lugar y que dejarás de prestar tus servicios a cambio de un pago; no significa que no tengas las habilidades para trabajar. Por lo tanto, recuerda que no todo está perdido después de un despido y que incluso te vas a levantar y vas a crear una mejor carrera profesional que antes. Solo recuerda que la actitud hace la diferencia. Si mantienes una buena actitud, vendrán ideas a tu mente, verás oportunidades que no habías visto, te prepararas de forma diferente.
 
2.            Toma las riendas de tu vida.
Después de un despido nadie va a venir a salvarte y darte ese empleo soñado, tú tienes que hacerte cargo de tu vida. De ahora en adelante tendrás que aprender a verte como tu propia empresa, invierte en ti mismo, estudia, prepárate para más altos riesgos, toma decisiones sabias, usa tu tiempo con sabiduría. Aprende de esta experiencia para que esté preparado en el futuro, tomando las riendas emocionales y formativas de su perfil profesional.

3.            Los trabajos no son 100% estables.
Algo que debemos recordar es que no debemos confiarnos en la estabilidad de un empleo. Muchas veces un despido puede ayudarnos a darnos cuenta que el trabajo indefinido ya no existe más. Por eso es importante pensar en planes alternativos para cuando ese día ocurra. Esto te pertenece hacerle frente al reto de convertirse en un trabajador preparado para esta realidad. Así que Aun cuando hoy tengas un empleado, sigue preparándote y dando lo mejor de ti, no te confíes, no te acomodes, ni te estanques, pues los tiempos y las empresas cambian. Toma el hábito del crecimiento
 
4.            Analiza tu papel en el despido.
Es importante que después de un despido no asumas y te quedes con el papel de víctima pues no te permitirá avanzar. Analiza con objetividad los logros obtenidos, así como las habilidades y fortalezas dentro de la empresa. Analiza cuánto valor aportaste a la empresa, si demostraste las competencias adecuadas, si encajabas en el perfil solicitado, si estabas estancado en tu zona de confort y si eras flexible a los cambios de la organización. De esta manera sabrás qué mejorar y que cambiar para estar mejor preparado para tu próximo empleo.

5.            Sigue adelante.
Después de un despido debes tomar la responsabilidad por trazar el rumbo al que te diriges. Decide lo que quieres hacer con tu vida, haz un plan y síguelo. No tengas miedo de crecer y enfrentar nuevos retos. Debes decidir entre continuar en el mismo campo o cambiar de sector, evaluar la posibilidad de obtener un trabajo dependiente o si ya es tiempo de iniciar su propia empresa. determine cuáles son las competencias o comportamientos que no posee y son requeridas por el mercado para desarrollarlos inmediatamente, pues es esencial ofrecer aquello que las empresas demandan y mantenerse actualizado.
 
Perder un trabajo no es nada fácil pero puedes aprender de las lecciones que te dejo el despido laboral y seguir adelante. 
 
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