Cómo trabajar con personas que te caen mal

Trabajar con amigos o con personas nos caen bien, es lo ideal; sin embargo, sabemos que no siempre será así y que habrá compañeros que, por una u otra razón, nos caigan mal. ¿Cómo trabajar con ellos sin que tu desempeño se vea afectado?


1.            Separa a la persona de su trabajo.
Separar a la gente de sus contribuciones en el trabajo te hará ser un poco más objetivo. Puede ser que esa persona no te caiga bien por su manera de ser, por qué su personalidad no va acorde con la tuya, pero hace bien su trabajo y es bueno tratando con clientes o terminando proyectos de equipo con éxito. Así que, antes de quejarte que debes trabajar con esa persona, piensa que solo harás eso: trabajar. Por lo tanto, sé un profesional y cumple con tu trabajo. Recuerda que un profesional genera respeto y respeta a los demás.
 
2.            Identifica el problema.
Analicemos un momento la situación, ¿por qué te cae mal esa persona? ¿Es por su manera de ser? ¿Es porque te han hablado mal de ella? ¿Es porque te gustaría tener su trabajo? ¿Tan solo es incompatibilidad de caracteres? Piensa si se trata de una persona conflictiva que se lleva mal en general con toda la plantilla o es algo más personal. Una vez identificado el problema, podrá llegar el momento de tender algunos puentes e intentar entablar una relación cordial y constructiva apartando a un lado las críticas.

 
3.            Escoge tus batallas.
El hecho de que una persona te caiga mal no significa que debas quejarte o discutir todo el tiempo con ella; eso a la larga solo afectará tu salud y tu trabajo. Aprende a determinar cuándo es mejor dejar pasar las cosas, pues no todo merece que dediques tanto tiempo y atención. Hay cosas por la que vale la pena plantar cara, como tus valores o tus convicciones. Pero hay otras que podrían no ser trascendentales y ahorrarte muchos dolores de cabeza.
 
4.            Mantén la calma.
Perder los nervios y estallar contra otra persona no suele ser la mejor manera para cumplir con tus deberes y mostrar ante tu jefe que eres un profesional en tu trabajo. Alguien que mantiene la calma parece que es una persona que controla la situación, está centrada y es más respetable. ¿Preferirías trabajar con alguien que normalmente es tranquilo o con alguien que está siempre al borde del ataque de nervios? Cuando la persona con la que estés trabajando vea que no pierdes los estribos ante nada de lo que haga, empezará a colaborar mejor contigo.
 

5.            Comunícate de manera asertiva.
Si debes hablar con esa persona para “llevar la fiesta en paz" o para encontrar una solución en la que ambos estéis de acuerdo hazlo de manera asertiva. Evita las malas contestaciones, las respuestas tajantes, los desplantes, las expresiones faciales negativas, etcétera; pero al mismo tiempo respeta y haz que tus derechos sean respetados. Recuerda siempre responder con educación y sin levantar la voz. De esa manera podrán llegar a un acuerdo para trabajar juntos.
 
Trabajar con personas que nos caen mal no siempre es fácil, pero siempre habrá estrategias para hacer frente a la situación y cumplir con tus deberes.
 
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