Depresión por desempleo

La depresión por desempleo surge cuando una persona lleva varios meses sin trabajo y siente que la situación le supera. La depresión tras la pérdida del empleo, aunque haya sido voluntaria, es una consecuencia casi inevitable por todo lo que significa el trabajo para un individuo actualmente, en lo personal y lo emocional así como en lo social y lo financiero. Ademas, las consecuencias psicológicas de estar desempleado no solamente las sufre la persona que está sin empleo, sino también su familia. La convivencia en casa y las relaciones familiares también pueden verse afectadas por la depresión por desempleo.
Un estudio de la British Medical Journey asegura que las personas desempleadas cuentan con un riesgo de suicidio entre dos y tres veces mayor. La Organización Mundial de la Salud constató, por otro lado, que un aumento del 1% en la tasa de paro se traduce en un incremento del 0,8% en la tasa de suicidios.

 
Características- síntomas de la depresión.
·       Estado de ánimo bajo, tristeza, ganas de llorar, vacío o desesperanza.
·       Arrebatos de irritabilidad o frustración.
·       Aislamiento social, retraimiento, querer quedarse en casa, en lugar de salir a socializar.
·       Alteraciones del sueño, como el insomnio o el exceso de sueño.
·       Cambio en el apetito. Más antojos con aumento de peso o, por el contrario, falta de apetito y adelgazamiento.
·       Cansancio y falta de energía, incluso para hacer tareas sencillas.
·       Pensamientos repetitivos de muerte o suicidio.
·       Dolor de cabeza o de estómago.
·       Consumir sustancias adictivas como fármacos o alcohol para evitar afrontar la realidad y los problemas que se presentan.
·       Ansiedad.
·       Apatía.
 
Qué hacer.
1.    Pedir ayuda profesional.
La depresión por desempleo no es algo que debas vencer tu solo. Buscar ayuda profesional puede ser muy útil, pues el psicólogo te ayudará a conocer tus herramientas mentales, físicas y emocionales para hacer frente al desempleo y encontrar un nuevo trabajo.
 
2.    Hablar.
No temas expresar lo que sientes o la situación por las que estás pasando con familia y amigos. En la medida de lo posible evita aislarte o negar la situación; la soledad puede ser peligrosa y más cuando no nos vemos capaces de poder superar esta situación por la que estamos pasando.
 Hablarlo con personas que te quieren te ayudará a tener otra perspectiva y a saber que no estas solo. Convoca a tus familiares y amigos verdaderos para que te den apoyo y te suban el ánimo, y elimina la gente pesimista, negativa y tóxica de tu entorno.
 
3.    Hacer ejercicio.
El ejercicio nos ayuda a oxigenar nuestro cerebro y a producir dopamina, además, aumenta la autoestima y reduce el nivel de estrés.
Sal a la calle, camina, baila o haz cualquier actividad física que haga que tu sangre fluya y se oxigene y tu cerebro se inunde de dopamina.
 

4.    Buscar trabajo.
Ahora tu nuevo trabajo es buscar trabajo. Mantente alerta a las oportunidades, aunque también date descansos y distráete. Planea tu día en pequeñas porciones y dedícale algunas a empezar a buscar alternativas laborales. No te presiones si no encuentras respuesta inmediata. No te rindas, recuerda que cuanto más lo intentes más oportunidades tendrás de conseguirlo.
Busca diferentes maneras de generar ingresos. Por ejemplo, que tal usar tu carro como taxi para trasladar a tus vecinos. O hacer una venta de garage. Eso también te mantendrá ocupado y evitará pensamientos negativos.
 
5.    Actualizar tus conocimientos.
Seguir aprendiendo nos hará ganar confianza en nosotros mismos y también podremos crecer como profesionales. Para poder ampliar tus opciones y para empezar tu profesión futura. Ahora que tienes más tiempo es el momento idóneo. Existe una gran oferta de cursos de formación presencial y online para desempleados que, además te ayudarán a mantener una rutina y podrás conocer a personas que posiblemente están atravesando una situación similar.
 
6.    Buscar tiempo para tus aficiones.
Recuerda qué cosas disfrutabas cuando eras pequeño, piensa en algo que hagas y notes como las horas pasan volando. Lo importante es hacerte crecer, sentir ilusión día a día y retomar esas ganas de hacer nuevas que te ayudarán a la hora de enfrentarte a un nuevo trabajo. Hacer lo que nos hace felices es muy importante para ser capaces de combatir la depresión por desempleo.


7.    Tener una rutina diaria.
Hay que tener una rutina horaria y tareas establecidas a lo largo del día. Esto nos va a proporcionar orden, y el orden es fundamental para tener sensación de control en estos momentos donde es necesaria por la inestabilidad que se siente. Haz una lista con un par de cosas que hacer cada día. Por ejemplo, actualizar tu página de LinkedIn y  actualizar mi currículum. Luego, dar un paseo.
 
Perder un empleo representa una pérdida y toda pérdida duele. Es normal sentirse abrumado pero no te castigues por sentirte mal. Lo importante es tomar acción para empezar a encontrar soluciones.
Recuerda que aunque te hayas quedado sin trabajo, tu experiencia y conocimientos siguen intactos. Úsalos a tu favor.
 
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