La asertividad es una herramienta que
permite validar nuestros derechos sin pasar por alto los derechos de los demás.
Si bien es importante que cada empleado sea asertivo, es más importante que el líder
lo sea para tener un mejor ambiente laboral, mejores resultados y mayor productividad.
1. Buena comunicación.
Un líder asertivo conoce la
importancia de tener una comunicación efectiva con su equipo de trabajo, pues a
través de esta puede transmitir ideas, objetivos y conocimiento, y conocer a
los otros, para lograr los resultados esperados. Sabe cómo, cuándo y dónde
transmitir el mensaje, ya sea bueno o malo y esta abierto a recibir también
todo tipo de mensajes. Prefiere las reuniones cara a cara para tratar la
mayoría de los temas, pues la comunicación oral muchas veces resulta más
práctica que la escrita. Sabe que para una buena comunicación es importante
saber escuchar, no interrumpir, tener contacto visual, validar las emociones
del otro y leer el mensaje no verbal.
2. Empatía.
Una buena comunicación va de la mano
con la empatía para comprender las emociones de los demás y mantener en buen
estado el clima laboral para una mejor relación con los miembros del equipo. Un
líder asertivo sabe aprovechar y transformar las emociones de cada uno de los
integrantes del equipo para alcanzar el éxito, inspira a las personas a perseguir
metas y a cumplir sus sueños pues empatiza con ellos. La empatía ayuda a resolver
mejor los problemas entre los trabajadores y a incrementar la productividad, el
bienestar y el desempeño.
3. Trabajo en equipo.
Un líder asertivo sabe que no trabaja
solo ni que todo el crédito es para él. Una manera de trabajar en equipo es
siendo empático con su equipo para tener buenas relaciones interpersonales pues
eso aumenta la confianza y pueden desempeñarse mejor en su trabajo. Al trabajar
en equipo se escuchan y se respetan las opiniones de cada uno y cada uno
trabaja según sus habilidades para obtener mejores resultados, de tal manera
que el éxito sea para todos y no para uno solo.
4. Sabe cuándo
comprometerse.
Un líder asertivo se conoce a sí
mismo y sabe cuándo es el momento adecuado para decir ‘no', pues conoce sus fortalezas,
pero también sus limitaciones. No solo se conoce él mismo sino también conoce a
su equipo de trabajo, es decir, sabe sus fortalezas y debilidades tanto individuales
como colectivas. Sabe, por lo tanto, cuándo aceptar proyectos y cuándo rechazarlos
sin que esto afecte a la empresa o a su equipo de trabajo, pues no se
compromete en metas que no pueda cumplir. Sabe poner límites para expresar lo
que quiere y lo que no.
5. Controla sus emociones.
Tener control de las emociones es fundamental
para ser un líder asertivo pues de esa manera pueden comprender mejor las emociones
de los demás lo que les permite trabajar mejor con las otras personas y comunicarse
mejor con ellas. Al controlar sus emociones demuestra confianza, seguridad y libertad
para expresar lo que piensa, siente y quiere sin lastimar a los demás. Un líder
asertivo sabe cómo actuar frente a sus emociones y no permite ser controlado por
estas para no dañar a su equipo.
No basta con saber ser un líder se necesita
tener asertividad para un mejor desempeño de cada uno de los miembros del equipo de tal manera que haya buena comunicación, empatía, compañerismo y compromiso para alcanzar el éxito.
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