Para
tener horarios flexibles en las empresas es necesario conocer algunas pautas
que permitan establecerlo de la manera más adecuada para tener éxito y evitar problemas
que pudieran presentarse por no saber usarlo de manera adecuada.
1. Tener
claros los tipos de horario flexible.
Existen
3 tipos de horario flexible: flotante, fijo variable y horario libre.
Horario flotante:
el trabajador elige, dentro del margen establecido por la empresa (por ejemplo de
8:00 a.m. a 10:00 a.m.), su horario de entrada, y a partir de esa hora debe trabajar
sus 8 horas o las asignadas en el contrato. Por ejemplo, si elige entrar a las 8:00
a.m., saldrá a las 5:00 p.m. (tomando en cuenta su hora de comida), pero si elige
entrar a las 10:00 a.m. deberá salir a las 7:00 p.m. En este opción el horario de
entrada puede variar dependiendo del día o de las circunstancias y necesidades del
trabajador o de la empresa.
Horario fijo variable: el trabajador elige el horario en el que desee trabajar
y a partir de ese momento deberá cumplir con dicho horario. Los horarios pueden
variar de acuerdo a las necesidades de la empresa y no tanto del trabajador como
en la primera opción. Es habitual en negocios donde las labores no dependen de
la prestación del servicio en un horario fijo.
Horario libre: el
trabajador administra y gestiona su tiempo con la condición que cumpla con lo que la empresa le exige y
que al final de la jornada semanal haya cumplido con sus horarios laborales preestablecidos
en acuerdo con la empresa. Éste es un horario más apto para el departamento
comercial. El trabajador define sus rutinas y el reparto de obligaciones sin
que esto comprometa los resultados del proyecto
2. Tener
objetivos claros.
Cada
trabajador debe tener claro que, sin importar el tipo de horario flexible que hayan
elegido o se les haya asignado, deben cumplir con sus obligaciones y entregar los
resultados esperados de cada uno de ellos. Es importante establecer lo que se espera
a nivel personal o individual como a nivel de equipo de trabajo e incluso a nivel
de empresa tanto a corto, mediano y largo plazo. Para que los objetivos sean claros
deben responder a las preguntas de qué, cómo, cuándo, dónde, quién o quiénes.
3. Mantener
abiertos los canales de comunicación.
Al
implementar el horario flexible habrá quienes tengan dudas o sugerencias para mejorar
el proceso, a cada uno de ellos es fundamental escucharlos para aclarar dudas y
hacer los cambios necesarios para tener buenos resultados. Si un trabajador no está
cumpliendo con sus objetivos habrá que hacer una evaluación correspondiente que
incluya comunicación con él para saber el motivo de esto en donde se les permita
entender o descubrir los posibles problemas con el horario flexible para darle
la solución correspondiente.
4. Hacerlo
poco a poco.
Implementar
un cambio de horario cuando se está acostumbrado a uno en particular puede causar
ciertos inconvenientes, por eso es mejor hacerlo poco a poco. De hecho se recomienda
hacer una prueba piloto en uno de los departamentos o bien dar horarios flexibles
en ciertos días de la semana para permitir que los trabajadores se vayan adaptando
a esta nueva modalidad. A partir de la prueba piloto se pueden hacer los necesarios
para implementar el horario en los otros departamentos.
Tener
horarios flexibles o no, dependerá de las necesidades de la empresa y de sus trabajadores.
Para que esta modalidad de trabajo tenga éxito la comunicación será fundamental
así como la capacidad de adaptación de cada uno.
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