El pensamiento lateral en el trabajo

El pensamiento lateral es mirar el problema desde diferentes puntos de vista, puntos de vista no habituales, fuera de un patrón lógico o del pensamiento habitual.


Un ejercicio donde se usa el pensamiento lateral es el siguiente:


¿Tienes la respuesta? Quizás debas pararte de tu lugar, moverte, agacharte, pararte de cabeza y hasta olvidar un poco lo que sabes para encontrar la respuesta. Necesitamos tomar en cuenta que para desarrollar este tipo de pensamiento necesitamos ser pacientes, pues muchas veces las ideas tardarán en llegar.
Otro ejemplo es la siguiente pregunta: A Pedrito se le cayó un anillo dentro de una taza llena de café, pero el anillo no se mojó. ¿Cómo puede ser? Generalmente, lo primero que se nos viene a la mente cuando nos dicen “taza de café" es la bebida. Olvida eso y encontrarás la respuesta.
Muchas veces cuando queremos resolver un problema nos ponemos límites y reglas nosotros mismos, lo cual nos impide encontrar la solución, el pensamiento lateral te ayuda a quitar todas esas barreras. Con el pensamiento lateral pensamos más allá, por ejemplo, en el siguiente ejercicio debes unir los 9 puntos con 4 líneas rectas sin levantar el lápiz. 


¿Por qué es importante el pensamiento lateral en el trabajo?
Muchas veces trabajamos de manera rutinaria, con hábitos y procedimientos ya establecidos, bajo el estandarte de “siempre se ha hecho así” y los problemas se resuelven siempre de la misma manera, pero ¿qué sucede cuando se presentan nuevas situaciones o nuevos problemas y no pueden ser resueltos de manera habitual? Aquí es donde entra el pensamiento lateral porque necesitamos ver el problema desde otro punto de vista, y la creatividad nos hace pensar en soluciones distintas. El pensamiento lateral te ayuda a resolver problemas cuando el pensamiento vertical (lógico) no ha podido hacerlo, porque te hace buscar soluciones fuera de tu zona de confort. Ambos pensamientos no se refutan entre sí, más bien se complementan, cuando se usan ambos se abre un mayor número de posibles soluciones.
El pensamiento lateral no solo sirve para resolver los problemas, sirve también para diseñar nuevas estrategias de trabajo o de negocio, y para tener nuevas ideas y hacer crecer a la empresa.

¿Cómo podemos usar este pensamiento para resolver problemas?
1. Enfócate en el problema, míralo desde diferentes puntos de vista.
2. Haz una lluvia de ideas. No te limites, el objetivo es encontrar un gran número de ideas, por absurdas que puedan parecer, y de ahí puedas elegir la mejor.
3. Divide el problema en varias partes y analiza cada una por separado.

Cuando desarrollas tu pensamiento lateral aprendes a ver las cosas desde otro punto de vista, tu 
creatividad se desarrolla y puedes hacer a un lado el estrés por no encontrar la solución a algún problema. El pensamiento lateral nos ayuda a no tener miedo de crear nuevas ideas, quien sabe tal vez seas el próximo inventor de algo.

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