La atención al cliente es un factor fundamental para retener a los consumidores y garantizar que cada proceso sea
hecho en beneficio de ambas partes. El cliente debe ser lo más importante para tu empresa, de
tal manera que el servicio recibido lo convenza de quedarse con ese
proveedor y recomendar la marca o el servicio.
1. Escuchar al cliente.
Un cliente puede estar
interesado en un nuevo producto, tener un problema con algún producto o
exigir la devolución inmediata de su dinero. En cualquier caso es necesario
tomar el tiempo necesario y prestarle atención para escucharlo sin
interrupciones. Seguramente el cliente estará molesto, pero es mejor dejarle hablar y después darle la solución a su problema
mientras mostramos respeto y empatía hacia él.
2. Aceptar los errores.
Cuando
una empresa reconoce si ha cometido algún error y a cambio ofrece compensar a
sus clientes, está demostrando cuán importante es el consumidor para ella.
Reconocer los errores nos ayuda a crecer como personas y ayuda a mejorar el
servicio al cliente y el producto ofrecido. No busques culpables
ni pretextos para salir del paso, ofrece una disculpa y explícale a tu cliente
cómo será resuelto su problema.
3. Adelantarse a cualquier circunstancia.
Tu
cliente es lo más importante, por ello debes estar pendiente de suplir sus
necesidades. Si te has dado
cuenta de tu error al brindar un servicio o vender un producto pide disculpas antes de que el cliente haga la reclamación. Para adelantarse a las necesidades del cliente es
necesario prestar atención cuando compran y cuando hablamos con ellos. Sorprende a tus
clientes en su próxima visita.
4. Cumplir lo
prometido.
Si
les prometiste algo a tus clientes, cúmplelo. Ten un
cuidado especial con los plazos de entrega, los precios y las condiciones del
producto. Si no estás seguro de poder cumplir, digamos con el plazo de entrega, entonces habla con el cliente para una nueva fecha en la que ambos salgan
beneficiados. Si prometes algo a tus clientes y no lo cumples solo tendrás
personas frustradas lo cual perjudicará tu reputación.
5. Ser amable.
Cuando las
personas reciben un mal servicio, suelen reclamar estando
enfadados, si nos dejamos llevar por las emociones, si respondemos de la misma
manera no lograremos nada (solo alejar al cliente). Lo mejor es responder de
manera amable y cordial. Un antiguo proverbio dice: “la respuesta amable calma
la ira; la respuesta grosera aumenta el enojo”. Si eres amable con tu cliente,
no solo en este sino en cualquier momento conseguirás que se sienta atendido y
valorado.


6. Demostrar interés en los clientes.
Las buenas
relaciones no solo deben darse dentro de la empresa sino también fuera de ella,
en la medida de lo posible, con los clientes. Haz que tu relación con los
clientes vaya más allá de la compra-venta de algún servicio o producto, muéstrale tu interés en él como persona y no como un simple consumidor; los mejores negocios se dan entre amigos.
Mejorar la
atención al cliente debe ser un asunto prioritario si se desea
retener al consumidor y mejorar las ganancias. Tratar a los clientes como
personas, ser amables, escuchar, sonreír, mostrar empatía, cumplir las promesas
y suplir sus necesidades antes de que lo pidan, será una excelente herramienta
para crecer como empresa.
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