Consecuencias de un mal liderazgo empresarial
Toda empresa
necesita tener un buen liderazgo, cuando este falla da como resultado consecuencias
negativas que afectan las finanzas, el desarrollo y la imagen de la empresa.
Si un empleado no está comprometido con su trabajo y no siente que sus tareas tengan sentido dentro de la estrategia empresarial global, es probable que su desempeño disminuya.
Si la relación entre compañeros y con los superiores no es buena, repercutirá en la comunicación y surgirán malentendidos, conflictos internos y errores imposibles de solucionar. Por otro lado, sentirse a gusto en el lugar de trabajo ayudará a los equipos a trabajar unidos, a motivarse, a sentirse parte de la compañía y a esforzarse para hacerla crecer.
3.
Poco o nulo
desarrollo profesional.
Cuando
hay un mal liderazgo el desarrollo de los empleados se ve afectado. Un mal
líder no sabe identificar o desarrollar un alto potencial entre sus empleados. Si
alguien trabaja en un equipo donde no se le motive a desarrollar sus
habilidades o ampliar su experiencia, su trabajo puede estancarse rápidamente. A
estos líderes les falta la capacidad de evaluar las fortalezas y debilidades de
los colaboradores.
Los empleados que tienen intenciones de superarse a sí mismos necesitan de un supervisor que estimule sus esfuerzos y proporciones las herramientas adecuadas que requieren para desarrollarse.
4.
Altos niveles de
rotación.
La
mayoría de las personas no renuncian a sus trabajos porque no les gusta el
trabajo sino por una mala relación de trabajo con sus superiores la cual
responde generalmente a un mal liderazgo. Asimismo, la falta de compromiso
favorece la fuga de talento. Si una persona toma la iniciativa de abandonar a
la empresa en búsqueda de otras oportunidades, otros pueden sentirse motivados
a hacer lo mismo. En consecuencia, se eleva el índice de rotación.
Cuando los empleados sienten que su trabajo no es valorado se marchan de su empresa en busca de otra compañía que les ofrezca mejores condiciones laborales y donde sentir que su trabajo merece la pena.
Los empleados que tienen intenciones de superarse a sí mismos necesitan de un supervisor que estimule sus esfuerzos y proporciones las herramientas adecuadas que requieren para desarrollarse.
Cuando los empleados sienten que su trabajo no es valorado se marchan de su empresa en busca de otra compañía que les ofrezca mejores condiciones laborales y donde sentir que su trabajo merece la pena.
5.
Bajo rendimiento
laboral.
La
falta de expectativas claras debido a un mal liderazgo puede afectar la capacidad
de los empleados de completar una tarea con éxito. Cuando hay un mal liderazgo los
empleados no saben con claridad qué se espera de ellos, los líderes no les comunican
a los empleados las fechas de entrega o no les informan sobre los cambios. Todo eso provoca que el rendimiento del
empleado se vea afectado y por lo tanto baje su productividad. Esto no
solamente tiene un impacto en el colaborador, también tiene un impacto negativo
en las finanzas de la empresa.
El mal
liderazgo tiene varias consecuencias que pueden dañar no solo a los empleados sino también a la empresa en general. Si tu empresa se está viendo afectada, analiza si el liderazgo está fallando antes de que sea demasiado tarde.
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