Desarrollo personal en el trabajo

El desarrollo personal es un proceso integral (generalmente lleva a salir de la zona de confort) cuyo resultado es la madurez y el desarrollo de talentos, habilidades y competencias. Es decir, quien empieza un proceso de este tipo experimenta un cambio positivo. Viene como resultado de desarrollar los talentos, mejorar la salud y hacer cambios en nuestro estilo de vida, y en todo aquello que sea necesario para estar en armonía con nuestra mente y cuerpo. Para lograrlo es importante establecer un plan de desarrollo personal en el que definamos los objetivos principales: que queremos lograr y hasta dónde queremos llegar. Un buen desarrollo personal permite conocer nuestras habilidades y fortalezas, nuestros puntos débiles y miedos. Así podemos definir qué queremos hacer, trabajar de manera más eficiente para cumplir esas metas y sentirnos más motivados. Además, las relaciones personales mejoran y se puede ver con mayor claridad si estamos en la profesión adecuada.

El crecimiento personal en el trabajo tiene diversos beneficios como:
·       Fomentar el buen ambiente laboral.
·       Promover la participación activa de los empleados.
·       Ayuda a mejorar el estilo de vida de los trabajadores.
·       Promover la salud laboral.
·       Incrementar la motivación y el entusiasmo.
·       Crear un mayor vínculo entre el trabajador y la empresa.
·       Disminuir el estrés.
 
El desarrollo personal permite descubrir los talentos que poseemos y que de una forma u otra no conocemos en profundidad. Es por eso que un buen crecimiento personal de los empleados se verá reflejado en su desempeño y en su crecimiento en el ámbito profesional. Sin embargo, el crecimiento personal no es algo que se logra inmediatamente, por ello se recomienda:
 
1.    Invertir en cursos donde los empleados aprendan a conocerse a ellos mismos y a sus emociones.
2.    Tener un buen clima laboral, en el que los colaboradores se sientan a gusto y en confianza para poder desarrollarse.
3.    Organizar momentos para hablar en los que las personas tengan oportunidad de desarrollar una red emocional fuerte entre los participantes.
4.    Promover encuentros informales o fuera del trabajo entre los empleados.
5.    Ofrecer la oportunidad de capacitarse, de manera que estén motivados a aprender algo nuevo que también les sirva para desarrollarse personal y profesionalmente.

 
Si bien, el desarrollo personal contribuye al desarrollo profesional, existen competencias profesionales que llevan a mejorar el desarrollo personal. De esta manera podemos decir que ambas se desarrollan y deben desarrollarse juntas para tener mejores resultados.
1.    Iniciativa: ser capaz de tomar decisiones, de iniciar proyectos y de impulsar acciones. Esta competencia facilita el logro de proyectos personales.
2.    Liderazgo: quien desea ser líder en el ámbito laboral tiene que desarrollar una serie de cualidades que incorporará al mismo tiempo a su vida privada.
3.    Gestión del trabajo: quienes saben gestionar bien sus ocupaciones laborales serán también capaces de hacer lo propio en el ámbito personal.
4.    Flexibilidad: La flexibilidad es vital y permite adaptarse, no solo a las condiciones de trabajo, sino también a quienes se encuentran alrededor.
5.    Relaciones interpersonales: Ser una persona bien predispuesta y con una forma de comunicación clara contribuirá a un mejor clima laboral. Como consecuencia, la interacción con otras personas se volverá mucho mas fácil y amena.
 
Tener un desarrollo personal es indispensable para tener un desarrollo profesional cuyos resultados serán de beneficio para el trabajador y por ende para la empresa.
 
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